Debido a los repetidos errores en el trabajo, la empresa corre peligro de quiebra. Miya, una oficinista, se disculpa en el suelo y le pide que no la despidan, pero su jefe abusa de ella y le fuerza el coño con un juguete. Posteriormente, los clientes y colegas de Miya se ven obligados a tener relaciones sexuales con ella de una manera insidiosa, pero los pezones de Miya se ponen erectos y su coño se moja en respuesta. lapso hinchado