La mujer casada Yu Shinoda pasa sus días dominada por su casero. Luego de consultar con él sobre la situación financiera de su familia donde no puede pagar el alquiler, decide entregar su cuerpo a cambio del pago. Al principio solo le hacían mamadas, pero la situación poco a poco fue empeorando y empezaron a jugar con ella a su antojo, como si fuera un juguete sexual. Si quieres parar, por favor para. Jajaja. Mi cuerpo y mi alma fueron violados por un propietario villano que se aprovechó de mi posición.