Cuando Mei, una estudiante universitaria, va a una casa donde la invitaron a ir a beber, le dicen que su otra amiga canceló su pedido. El brindis dura poco, pero Mei se queda dormida con un somnífero añadido al alcohol. Esta fiesta de bebida fue planeada para atacar a su sobrina. Los hombres juegan con su no resistencia y se corren dentro de ella. Luego de eso, la amenaza con el video que grabó y la obliga a beber un afrodisíaco, haciéndola perder la racionalidad y ser consumida por el deseo sexual.