También es directora de una empresa y no tarda en despedir a un subordinado incompetente. Sora era temido y los empleados lo llamaban Razor Sora. Un día, el marido de Sora le recomendó que lo llamara para un masaje en su casa. La persona que vino era un empleado llamado Yamazaki que había sido despedido antes, pero Sora no tenía forma de darse cuenta... No podía hacer ningún trabajo, pero soy un genio dando masajes.