En este pueblo existe una sala de reclusión llamada pocilga. Sólo hay una manera de salir de aquí. Lo único que quiere es convertirse en una cerda que quiere polla y que la envíen. Y otra mujer de aspecto descarado fue enviada a la pocilga. La ropa de la mujer está rasgada, la cuelgan desnuda y su cuerpo es humillado. La polla es atornillada una tras otra en la boca y los genitales, donde la sujetan mientras gatea a cuatro patas y le vierten esperma. placer