La joven pareja regresó al campo y empezó a vivir con el suegro. La esposa es alta y de excelente figura. El suegro recupera los deseos olvidados del hombre sin decírselo a su hijo, el suegro. La ley pone a dormir a la esposa y la usa como juguete, y la nuera se resiste. El suegro disfruta entrenando y divirtiéndose incluso después de violarla, y el presidente del pueblo se fija en ellos dos y en el. Su esposa, que ha decidido regresar a la ciudad, ahora es utilizada como juguete por los hombres del pueblo.