Soy un humilde repartidor. El lugar que terminé visitando fue una casa donde una chica doble frustrada cuyo deseo sexual era demasiado fuerte fue abandonada por su novio... Mujeres hermosas con deseos sexuales egoístas que manipulan mi polla una y otra vez, la chupan y la follan hasta el orgasmo. Aunque ya me estoy acabando, aunque ya he eyaculado, el pistón de la vaquera de persecución no se detiene, ni siquiera durante el tiempo sabio.