¡El trabajo de glúteos definitivo que se centra completamente en el trasero! El Sr. Kuroki, que estaba en un viaje a las aguas termales con su esposa, encontró su trasero tan atractivo que decidió mirarlo fijamente. ¡No puede contenerse más y aprovecha la ausencia de su marido para atacarle el culo! Kuroki, que había estado sin sexo, quedó impresionado por el juego salvaje y aceptó todos los juegos pervertidos del hombre, terminando llegando al clímax una y otra vez...