VEC-639 La mejor amiga de mi esposa, Ruisa Miyakozuki, vino a sermonear a su marido infiel, quien descubrió que la estaba engañando.

¿Es una gran polla la causa de su engaño? Cuando a Luisa le preguntan sobre los repetidos juegos de su marido con las mujeres, ella se queda sin palabras ante la razón, que es difícil de creer. Pero ¿y si eso fuera cierto? Aunque pensé que era imposible, mi cuerpo dolía por la frustración. Entonces, ¿por qué no me muestras esa polla de la que estás orgulloso ahora mismo?. Después de todo, déjala salir de tu boca. Soy un tonto por esperar lo más mínimo.