Los tres somos amigos desde que éramos estudiantes. De alguna manera, pensé que esta relación continuaría así para siempre. Con el paso del tiempo, los tres se convirtieron en adultos con sus propios dilemas, y ya no eran los mismos que cuando eran inocentes. ¿Es lo que quiere nuestro corazón o lo que quiere nuestro cuerpo? Nosotros, que nos hemos convertido en adultos torpes, somos devorados por el placer y lo apreciamos.