Hoy me vuelve a tocar... Kokoro, que viaja a la escuela en un tren lleno de gente, es el objetivo de los abusadores debido a su apariencia pulcra y su ternura. Todos los días, viejos que respiran con dificultad me acarician el culo debajo de la falda. Un día estaba pensando en decir algo en voz alta. ¡Qué pasa con esas manos...! Sus dedos son diferentes de lo habitual y los usa para señalar las grietas.